—Y esa es una de las razones por las que es un aparato tan
peligroso y tan secreto, no sé cómo han ido a parar dos a éste lugar y porqué
han caído en nuestras manos, pero algo es seguro, no deben caer en manos
equivocadas…
—Y otra cosa que es segura es que debes cerrar inmediatamente
tu página web. Si para nosotros ha sido tan fácil encontrarte para ellos le
será más, no podemos arriesgarnos…—razona finalmente tu amigo.
— ¿Y qué si hay otros como nosotros? ¿Qué pasará si hay más
aparatos de estos cayendo en todos lados? —inquiere Facundo, a lo que tú, algo
enfadado pero en toda tu razón, respondes:
—Que hayan llegado hasta nosotros ha sido un terrible
accidente, y si hay alguien detrás de esto queriendo evitar que se sepa a toda
costa su existencia, lo último que harían sería permitir que estas cosas
llegasen a nuestras manos. Y lo primero que harán será rastrear toda la
información que puedan. En caso de que hayan caído más, ya es tarde para ellos,
tarde o temprano los encontrarán…pero nosotros debemos mantenernos a salvo y
esconder estas cosas…
—En realidad, por más que no me guste decirlo ya que me
encantaría conservar algo con semejantes poderes, lo más sensato es destruirlos
si nos queremos evitar problemas…—dice Germán. Si hasta tu amigo está entrando
en razón y pensando con tanta lógica, es obvio lo que tienen que hacer.
— ¡¿Pero qué hay sí al querer destruirlos explotan, o si
causamos más problemas de los que queremos evitar?! Apenas sabemos cómo estas
cosas funcionan, no creo que sea tan fácil como ustedes dicen. Si hay problemas
en los cuales meterse, ya estamos hasta la coronilla, quizás sería mejor
esconderlos y pensar un mejor plan —dice Facundo. Hay muchas cosas a tener en
cuenta, pero ¿qué harás ahora? Todas las opciones incluyen peligros, algunos
más inmediatos que otros, pero es necesario tomar una decisión.