No lo podés dejar allí, no
podrías vivir sabiendo que no hicieron nada por salvarlo, aún si los Kózkoros
solo lo capturaran sin hacerle daño. Le pedís a Germán que te ayude y mientras
la enfermera los cubre disparando con su arma y la que le acabas de entregar,
ambos levantan al Capitán haciendo una fuerza tremenda. Él ayuda en la manera
en que puede, apoyando un poco de su peso sobre sus pies, pero aún así les
cuesta horrores. “No importa”, te decís. Es vital que hagan esto. Con tu amigo
comienzan a avanzar por el corredor y a los pocos metros tienen que doblar,
dándose cuenta de que la sala de comandos no estaba tan lejos como pensaban.
Algo te da muy mala espina cuando ves las puertas de esa sala abiertas de par
en par. ¿Te pareció o viste a un Kózkoro esconderse justo cuando ustedes se
dejaron ver? No, vos estás seguro de que lo viste así haya sido un segundo. ¡Es
una trampa! ¿Cómo no pudieron darse cuenta de que todo el tiempo los estuvieron
guiando a ello? ¡Les tienen preparada una emboscada en la sala de comandos!
— ¡No,
espera, vi algo en la sala! —Le decís a Germán, para luego explicarle bien
aquello que viste.
— ¿Y qué
podemos hacer? Ahora no nos ven ninguno de los dos grupos, tenemos que actuar
rápido—Te responde él, razonando mejor que vos. Es verdad, ahora tienen una
oportunidad de hacer algo, ¿pero qué?
— ¡Fuego
contra fuego, chicos! —Les dice la enfermera, y abre una puerta en la pared que
dice “armario” y los hace meter a todos dentro. Una vez los cuatro allí
escondidos, ella le quita una llave de un bolsillo de la chaqueta al Capitán y
la inserta en una ranura que hay en la pared detrás de las escobas. —Les vamos
a tender una trampa a ellos. Esta clase de puertos están diseminados por toda
la nave para casos de emergencia como estos. Quien tenga una de estas llaves
puede ingresar al sistema de seguridad de la nave y la computadora de abordo le
puede proporcionar un arma si es que la alerta ha sido activada.
Afortunadamente lo está, y la inteligencia artificial de la supercomputadora considera
que esta es una situación que requiere que los tripulantes de la nave nos
defendamos de la amenaza detectada, en este caso los Kózkoros, por lo que en
solo un momento nos brindarán…esto—explica, mientras ingresaba un protocolo de
contraseñas rápidas que la identificaban como tripulante y de la pared aparecía
en el último momento unas especie de granadas retenidas en una gran cápsula.
—Es
algo así como una versión moderna de “en caso de emergencia rompa el vidrio” —dice,
y justo cuando se escucha desde detrás de la puerta al ejército de
extraterrestres arribando al último pasillo, ella toma una granada azul, le
saca el seguro y abre una hendija para lanzarla afuera gritando: — ¡Cúbranse!
En el instante en que cierra la
puerta y los abraza a vos, tu amigo y el inconsciente Capitán para intentar
protegerlos del estallido, ustedes puedes sentir algo expandirse del otro lado
del pequeño armario y abriéndose paso hasta la puerta dónde ustedes se
encuentran. A pesar de haber sido una explosión bastante silenciosa, crees que
debe haber derretido todo a su paso, porque tras soltarse entre ustedes e
intentar abrir la puerta, la encuentran casi imposible de abrir hasta el punto
de la preocupación. ¿Habrán quedado encerrados en ese pequeño armario?